Los aviones más rápidos del mundo y de la historia: militares, comerciales y experimentales

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Los aviones más rápidos del mundo y de la historia: militares, comerciales y experimentales

Última actualización 27 de agosto de 2025

Seguramente en algún momento u otro, todos hemos pensando lo mismo cuando estamos volar o a punto de volar, y esa pregunta es, cual es el avión más rápido del mundo? Y la historia? Mientras que los aviones comerciales normalmente no llegan a velocidades record, vamos a ver cuales son los aviones más rapidos y cómo se comparan con otros aviones.

Hablar del avión más rápido del mundo es sumergirse en la historia de la aviación, donde la ingeniería y la tecnología se han llevado al límite para lograr velocidades que parecían imposibles. Desde aviones de combate capaces de escapar a los misiles enemigos hasta aeronaves comerciales que reducían viajes transatlánticos a pocas horas, los récords de velocidad aérea siguen sorprendiendo.

Índice

El avión más rápido de la historia: el North American X-15El avión de combate más rápido del mundoEl avión comercial más rápido del mundoAviones experimentales que marcaron récords

El avión más rápido de la historia: el North American X-15

Empecemos con un avión que seguro la mayoría de los viajeros nunca ha escuchado hablar. Un avión que aunque la tecnología haya avanzado durante décadas, nunca ha sido superado en velocidad total. Si hablamos de récords absolutos de velocidad en la aviación tripulada, ningún avión ha superado todavía al legendario North American X-15, una auténtica joya de la ingeniería aeroespacial de los años 60. Este avión cohete experimental no solo batió marcas impresionantes, sino que también abrió el camino hacia la exploración espacial y el desarrollo de los vuelos hipersónicos.

Datos clave del avión más rápido de la historia

  • Velocidad máxima registrada: Mach 6,72 (7.273 km/h).

  • Año del récord: 1967.

  • Altitud alcanzada: más de 100 km de altura, cruzando la llamada línea de Kármán, considerada el inicio del espacio exterior.

El X-15 no fue un avión convencional ni diseñado para pasajeros o combates militares. Era un laboratorio volador desarrollado por la NASA en conjunto con la Fuerza Aérea de Estados Unidos y la empresa North American Aviation. Su objetivo principal era probar los límites de la velocidad, la resistencia de materiales y la fisiología humana en condiciones extremas. El X-15 estaba preparado para resistir temperaturas superiores a los 1.200 °C, generadas por la fricción del aire a velocidades hipersónicas.

Cómo volaba el X-15

El procedimiento de vuelo era tan innovador como arriesgado:

  1. El avión era transportado bajo el ala de un bombardero B-52 Stratofortress hasta unos 13.000 metros de altitud.

  2. Allí se liberaba y, tras unos segundos en caída libre, encendía su motor cohete XLR-99, alimentado con oxígeno líquido y amoníaco anhidro.

  3. Una vez encendido, alcanzaba velocidades extremas y ascendía hasta el borde del espacio antes de planear de regreso a la Tierra para aterrizar en una pista desértica.

Pilotos del X-15

A lo largo de su programa, entre 1959 y 1968, el X-15 fue volado por 12 pilotos de pruebas de la NASA y la Fuerza Aérea. Entre ellos destaca Neil Armstrong, quien años después se convertiría en el primer hombre en pisar la Luna.

De hecho, varios pilotos del X-15 alcanzaron alturas superiores a los 80 km, por lo que fueron reconocidos oficialmente como astronautas por la Fuerza Aérea de EE. UU.

Su legado en la historia de la aviación

El programa X-15 no solo estableció el récord del avión tripulado más rápido y más alto de la historia, sino que también aportó datos esenciales para:

  • El diseño de las naves espaciales del programa Apollo.

  • La comprensión del vuelo hipersónico.

  • El desarrollo de futuros proyectos como el transbordador espacial y aviones experimentales de la NASA.

En otras palabras, el X-15 fue el puente entre la aviación tradicional y la era espacial. Sus récords, aún vigentes más de medio siglo después, lo mantienen como el avión más rápido de la historia.

El avión de combate más rápido del mundo

La Guerra Fría fue la época dorada de la velocidad en la aviación militar. Estados Unidos y la Unión Soviética competían no solo en armas nucleares o en la carrera espacial, sino también en el dominio del cielo. Gracias a esa rivalidad nacieron los aviones de combate más veloces de la historia, máquinas diseñadas para interceptar, espiar y escapar a velocidades imposibles para la mayoría de aeronaves.

Entre ellos destacan tres modelos legendarios: el MiG-25 Foxbat, el A-12 Oxcart y el inigualable SR-71 Blackbird.

Mikoyan-Gurevich MiG-25 “Foxbat” (URSS)

  • Velocidad máxima: Mach 3,2 (~3.500 km/h).

  • Primer vuelo: 1964.

  • Rol principal: interceptor de alta velocidad y avión de reconocimiento.

El MiG-25 fue la respuesta soviética a los rumores sobre un nuevo bombardero estratégico estadounidense capaz de volar extremadamente alto y rápido. Diseñado principalmente como interceptor, su misión era derribar bombarderos y aviones espía que cruzaran el espacio aéreo soviético.

Construido casi íntegramente en acero inoxidable para resistir las altas temperaturas, el Foxbat era robusto, veloz y podía alcanzar alturas superiores a los 20.000 metros. Sin embargo, su diseño presentaba limitaciones: aunque era extremadamente rápido, no podía mantener Mach 3 durante mucho tiempo sin dañar sus motores. Aun así, el MiG-25 se convirtió en un mito de la aviación militar.

Lockheed A-12 Oxcart (CIA, EE. UU.)

  • Velocidad máxima: Mach 3,35.

  • Primer vuelo: 1962.

  • Rol principal: avión espía furtivo para la CIA.

El A-12 fue un proyecto ultrasecreto de la CIA desarrollado por la mítica Skunk Works de Lockheed, bajo la dirección de Clarence “Kelly” Johnson. Era el antecesor directo del SR-71 Blackbird, con una misión muy concreta: realizar vuelos de reconocimiento sobre la Unión Soviética y otros territorios hostiles, volando tan alto y rápido que ningún radar ni misil pudiera alcanzarlo.

Su diseño incluía formas anguladas y recubrimientos especiales que lo convertían en uno de los primeros aviones con tecnología furtiva. Aunque demostró ser ligeramente más rápido que el SR-71 en pruebas, el A-12 solo estuvo en servicio entre 1963 y 1968 y fue retirado en favor del Blackbird, que ofrecía mayor autonomía y capacidad de carga de sensores.

Lockheed SR-71 Blackbird (EE. UU.)

  • Velocidad máxima: Mach 3,33 (~3.530 km/h).

  • Altitud operativa: 25.900 metros.

  • Primer vuelo: 1964.

  • Estado: en servicio activo hasta 1998.

El SR-71 Blackbird es considerado el avión militar más rápido en servicio real de la historia. Su misión era clara: volar tan alto y rápido que ningún enemigo pudiera alcanzarlo. Y lo consiguió.

Este avión espía podía recorrer el mundo a velocidades supersónicas durante horas, recopilando información con cámaras y sensores avanzados. Su fuselaje estaba fabricado en titanio, lo que le permitía soportar temperaturas superiores a los 300 °C generadas por la fricción del aire a Mach 3.

Lo más sorprendente es que, ante una amenaza de misiles, el SR-71 no maniobraba como otros aviones… simplemente aceleraba. Ninguno de los más de 4.000 misiles lanzados contra él logró derribarlo, convirtiéndolo en una leyenda invulnerable.

¿Cuál fue realmente el más rápido?

  • El A-12 Oxcart fue el más veloz en pruebas, con Mach 3,35.

  • El MiG-25 Foxbat fue un interceptor extraordinario, aunque limitado por la durabilidad de sus motores.

  • El SR-71 Blackbird, en cambio, es reconocido oficialmente como el avión militar más rápido de la historia en servicio operativo.

Su combinación de velocidad, altitud, autonomía y tecnología lo convirtió en un ícono de la aviación militar y en un arma estratégica que nunca fue igualada.

El avión comercial más rápido del mundo

Cuando pensamos en aviones comerciales, solemos asociarlos con comodidad, seguridad y largas horas de vuelo. Sin embargo, la historia de la aviación civil también ha estado marcada por la búsqueda de la velocidad, con ingenieros y fabricantes intentando reducir drásticamente los tiempos de viaje entre continentes.

En este terreno, hay un nombre que brilla con luz propia: el Concorde. Un avión bastante conocido no solo por su velocidad, si no también por su particular diseño, es el avión supersónico de pasajeros más rápido y emblemático de la historia.

Concorde: el mito del vuelo comercial supersónico

  • Velocidad máxima: Mach 2,04 (≈ 2.180 km/h).

  • Rutas principales: Londres–Nueva York, París–Nueva York.

  • Tiempo récord París – Nueva York: 3h 30 min (frente a las 7–8 horas habituales).

  • Capacidad: entre 92 y 128 pasajeros.

  • Operativo: desde 1976 hasta 2003.

El Concorde fue el resultado de una alianza entre Francia y Reino Unido (Aérospatiale y British Aircraft Corporation), y se convirtió en el único avión comercial supersónico de uso regular en la historia.

Volaba al doble de la velocidad del sonido, a una altitud de unos 18.000 metros, lo que le permitía acortar los viajes transatlánticos a menos de la mitad del tiempo de un vuelo convencional.

Su diseño icónico —con nariz abatible para mejorar la visibilidad en el despegue y aterrizaje— y su exclusivo servicio lo convirtieron en un símbolo de lujo y de avances tecnológicos.

Sin embargo, el Concorde enfrentó varios problemas:

  • Altísimo consumo de combustible, lo que lo hacía poco rentable.

  • Mantenimiento extremadamente costoso en comparación con aviones subsónicos.

  • Capacidad reducida frente a otros aviones de pasajeros.

  • Accidente en el año 2000, que dañó su reputación en materia de seguridad.

  • Cambios en la regulación ambiental, especialmente por el ruido del “boom sónico”.

Finalmente, en 2003, se retiró del servicio, pero sigue siendo el gran referente de la aviación comercial supersónica.

Aviones comerciales más rápidos en servicio hoy

Aunque ningún avión de pasajeros actual puede competir con el Concorde, sí existen modelos que destacan por su velocidad dentro del rango subsónico.

Ranking de los aviones comerciales más rápidos en servicio

  1. Boeing 747-8 Intercontinental → 1.060 km/h.

    • Es el avión de pasajeros más rápido actualmente en servicio.

    • Última evolución del mítico “Jumbo Jet”, con mayor autonomía y eficiencia.

  2. Boeing 747-400 → 1.055 km/h.

    • Variante anterior del 747, ampliamente utilizado en vuelos intercontinentales.

  3. Airbus A380 & Boeing 787 Dreamliner → 1.049 km/h.

    • El A380 es el avión de pasajeros más grande del mundo.

    • El 787 destaca por su eficiencia en consumo de combustible y su alcance.

  4. Boeing 777 → 1.037 km/h.

    • Uno de los aviones de largo alcance más confiables y utilizados en todo el mundo.

Estos modelos no rompen la barrera del sonido, pero han optimizado la relación entre velocidad, eficiencia y capacidad, respondiendo mejor a las necesidades económicas y medioambientales actuales.

El futuro: regreso a la aviación supersónica

A pesar del retiro del Concorde, la ambición de volver a volar a velocidades supersónicas (e incluso hipersónicas) no ha desaparecido. Diversas compañías están trabajando en prototipos que buscan recuperar el espíritu del Concorde, pero con mayor eficiencia y sostenibilidad.

Entre los proyectos más destacados está el Bombardier Global 8000, un jet privado que promete ser el más rápido del mundo en su categoría:

  • Velocidad máxima: Mach 0,94 (~1.150 km/h).

  • Entrada en servicio prevista: 2025.

  • Rango: 14.800 km, con vuelos intercontinentales sin escalas.

Además, empresas como Boom Supersonic y proyectos de la NASA trabajan en nuevos aviones que podrían volver a ofrecer vuelos comerciales a Mach 1,5 o más, con menor impacto ambiental y ruido reducido.

Aviones experimentales que marcaron récords

La historia de la aviación no se ha escrito únicamente con aviones comerciales o militares en servicio. En paralelo, ha existido una larga tradición de aviones experimentales, diseñados para explorar los límites de la velocidad, la altitud y la resistencia de materiales. Aunque muchos de ellos nunca entraron en producción masiva, sus aportes fueron cruciales para el avance tecnológico de la aviación y la exploración espacial.

Además del legendario X-15, que aún ostenta el récord del avión tripulado más rápido, varios modelos han dejado huella por sus logros.

Boeing X-43 (NASA)

  • Velocidad máxima: Mach 9,6 (~11.265 km/h).

  • Año del récord: 2004.

  • Particularidad: el avión más rápido jamás construido, aunque no tripulado.

El X-43 fue un demostrador tecnológico de la NASA dentro del programa Hyper-X. Su objetivo era probar un scramjet (motor de combustión supersónica de flujo directo), capaz de operar a velocidades hipersónicas sin necesidad de partes móviles como las turbinas tradicionales.

Lanzado desde un bombardero B-52 y acelerado por un cohete Pegasus antes de encender su motor experimental, el X-43 alcanzó velocidades jamás vistas en la atmósfera. Aunque no era tripulado y sus vuelos duraban apenas segundos, demostró el potencial real del vuelo hipersónico, una de las claves para futuros viajes espaciales y aviones ultra-rápidos.

Bell X-2 “Starbuster”

  • Velocidad máxima: Mach 3,19 (~3.370 km/h).

  • Primer vuelo: 1952.

  • Misión: investigar los límites del vuelo hipersónico.

Apodado “Starbuster”, el Bell X-2 fue desarrollado para explorar los desafíos aerodinámicos y fisiológicos de volar a más de tres veces la velocidad del sonido.

Era propulsado por un motor cohete y lanzado desde un bombardero B-50. El X-2 permitió estudiar problemas como el calentamiento aerodinámico, la estabilidad a gran altitud y las fuerzas extremas sobre el cuerpo humano.

Su programa fue arriesgado: en 1956, durante un vuelo a Mach 3, el piloto Mel Apt perdió el control del avión y falleció, lo que marcó el fin del proyecto. Aun así, los datos obtenidos sirvieron de base para futuros aviones experimentales como el X-15.

North American XB-70 Valkyrie

  • Velocidad máxima: Mach 3,02 (~3.200 km/h).

  • Primer vuelo: 1964.

  • Rol previsto: bombardero estratégico de alta velocidad.

El XB-70 Valkyrie fue un coloso de la aviación: un bombardero supersónico de 6 motores, concebido para transportar armas nucleares a gran altitud y velocidad, escapando de cualquier amenaza enemiga.

Con su capacidad para volar a Mach 3 y más de 20.000 metros de altitud, parecía invulnerable en los años 50. Sin embargo, el desarrollo de los misiles tierra-aire guiados por radar pronto lo volvió obsoleto antes de entrar en producción.

Finalmente, solo se construyeron dos prototipos, utilizados como plataformas de investigación para estudiar el vuelo supersónico sostenido y las ondas de choque. Su diseño futurista, con alas plegables para mejorar la aerodinámica a altas velocidades, sigue siendo un ícono de la aviación experimental.

De los récords de velocidad a la realidad de volar

Hablar de los aviones más rápidos del mundo —desde el X-15 hasta el Concorde o el SR-71 Blackbird— es hablar de ingeniería extrema, récords históricos y avances que marcaron el futuro de la aviación. Sin embargo, más allá de estos hitos tecnológicos, la experiencia real de volar para millones de pasajeros está mucho más ligada a cuestiones prácticas: horarios, retrasos, cancelaciones y la calidad del servicio recibido.

En el día a día, lo que más afecta a los viajeros no es alcanzar velocidades supersónicas, sino enfrentarse a situaciones imprevistas que pueden alterar su itinerario. Cancelaciones, largas esperas en aeropuertos, pérdida de equipaje o incluso la denegación de embarque son problemas frecuentes que impactan directamente en la experiencia de volar.

Por ello, en Europa se han establecido normativas específicas para proteger a los pasajeros y garantizar que, frente a estas incidencias, tengan derecho a una compensación justa y un trato digno.

Derechos de los pasajeros aéreos en la Unión Europea

Viajar en avión dentro de la Unión Europea implica contar con una serie de derechos fundamentales que protegen a los pasajeros en situaciones imprevistas. Estos derechos están regulados por el Reglamento (CE) n.º 261/2004, el cual garantiza un trato justo y asistencia adecuada ante incidencias durante el viaje. Conocerlos es clave para poder ejercerlos y reclamar en caso necesario.

¿Qué situaciones cubre el reglamento?

  • Cancelación de vuelos: En caso de que tu vuelo sea cancelado, tienes derecho a recibir asistencia, reembolso o reubicación en otro vuelo. También podrías tener derecho a una compensación económica, dependiendo de la distancia del trayecto y los motivos de la cancelación.

  • Retrasos prolongados: Si el vuelo se retrasa significativamente, la aerolínea debe proporcionarte comida, bebida, alojamiento (si es necesario) y, en ciertos casos, una compensación monetaria en función del tiempo de espera y la distancia del vuelo.

  • Denegación de embarque (overbooking): Si no se te permite abordar por causas como la sobreventa de billetes, tienes derecho a compensación económica, reembolso o transporte alternativo, además de asistencia durante el tiempo de espera.

  • Incidencias con el equipaje: En casos de pérdida, daño o retraso del equipaje, los pasajeros pueden reclamar una compensación, conforme a la normativa aplicable.

En definitiva, mientras que los récords de velocidad aérea nos muestran hasta dónde puede llegar la ingeniería, el Reglamento (CE) 261/2004 recuerda que lo más importante en la aviación comercial es proteger la experiencia y los derechos de los pasajeros, garantizando que incluso en situaciones imprevistas puedan contar con apoyo y soluciones justas.

El 79 % de los pasajeros no conoce sus derechos. No seas uno de ellos.

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