
Objetos prohibidos en el avión: qué no puedes llevar en el equipaje de mano ni en la maleta facturada
El equipaje es una de las partes más importantes de cualquier viaje. Al fin y al cabo, ¿qué harías al llegar a tu destino sin tus pertenencias esenciales? Cuando preparamos la maleta, buscamos no olvidar lo necesario, pero también debemos asegurarnos de cumplir con las normas de seguridad y evitar problemas con la aerolínea o en los controles del aeropuerto.
Aquí es donde surgen muchas dudas: ¿qué no se puede llevar en el avión? ¿Qué artículos están prohibidos? ¿Qué objetos pueden ir en el equipaje de mano o en el facturado?
Las normas de seguridad aérea son estrictas, pero conocerlas de antemano puede ahorrarte molestias, retrasos y hasta sanciones. En esta guía encontrarás todo lo que necesitas saber sobre objetos prohibidos en el avión, artículos restringidos y reglas especiales para equipaje de mano y facturado.
Consejos generales antes de viajar
Antes de entrar en detalle sobre los artículos prohibidos en avión, conviene tener en cuenta algunos consejos básicos:
Revisa siempre con tu aerolínea el peso y las medidas de tu equipaje de mano como del facturado. Cada compañía puede tener reglas diferentes, y sobrepasar los límites suele implicar pagar cargos adicionales.
Llega con antelación al aeropuerto, ya que muchas aerolíneas cierran el check-in 45 minutos antes. En vuelos internacionales, los controles de seguridad e inmigración pueden demorar más de lo esperado.
Nunca despaches tus medicamentos en la maleta facturada. Guárdalos en el equipaje de mano junto con la receta médica, en caso de que debas justificar su transporte.
Recuerda que algunos países tienen regulaciones específicas sobre productos como tabaco, alcohol, alimentos o dinero en efectivo. Consultar la normativa aduanera antes de viajar puede ahorrarte multas o confiscaciones.
Artículos restringidos: se permiten con condiciones
Mientras que existen algunos objetos que están completamente prohibidos en los aviones, hay otros artículos que sí se pueden llevar, pero bajo condiciones específicas que varían según el país de origen, el destino y la normativa de cada aerolínea. Conocer estas reglas con antelación te evitará problemas en los controles de seguridad y en la aduana.
Alimentos de origen animal y lácteos: Los productos como embutidos, quesos, carne o leche no se pueden transportar libremente. Solo están permitidos en pequeñas cantidades y, en la mayoría de los casos, únicamente en vuelos dentro de la Unión Europea o procedentes de países autorizados. Si viajas desde fuera de estas zonas, lo más probable es que sean confiscados en la aduana. Así que ten especial cuidado con los obsequios gastronómicos —como el jamón ibérico para familiares o amigos—, ya que pueden no llegar a destino.
Vegetales, frutas y semillas: Si piensas llevar frutas o semillas, presta atención: en la mayoría de los casos se exige un certificado fitosanitario. Sin embargo, hay excepciones, como el coco, dátil, durián, plátano y piña, que suelen estar permitidos sin este requisito. Aun así, conviene informarse siempre antes del viaje para evitar imprevistos.
Alcohol y tabaco: La cantidad permitida de bebidas alcohólicas y tabaco depende del lugar de procedencia. En vuelos dentro de la UE las franquicias son mucho más amplias (por ejemplo, hasta 90 litros de vino o 800 cigarrillos). En cambio, desde fuera de la Unión Europea, los límites se reducen considerablemente: suele estar permitido solo 1 litro de licor fuerte o 200 cigarrillos. Superar estas cantidades puede implicar sanciones o el pago de impuestos aduaneros.

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Objetos prohibidos en el equipaje facturado
Muchos pasajeros piensan que, porque el equipaje es facturado y no lo pasan ellos mismos por el control de seguridad, no hay ningún tipo de revisión. Están muy equivocados. Las maletas que viajan en la bodega del avión también están sujetas a controles estrictos. La normativa internacional de seguridad aérea establece una lista de artículos que nunca deben incluirse en el equipaje facturado, ya que representan un riesgo para la aeronave, la tripulación y los pasajeros.
Explosivos y materiales pirotécnicos: Como te puedes imaginar, están totalmente prohibidos objetos como explosivos, fósforos, pólvora, fuegos artificiales, bengalas o petardos. Incluso pequeñas cantidades pueden provocar accidentes graves en pleno vuelo, y la seguridad de todos los pasajeros es la prioridad.
Bombonas de gas (butano, propano, etc.): Las bombonas de gas —ya sea butano, propano, oxígeno industrial u otros recipientes a presión— tampoco pueden viajar en bodega, independientemente de su tamaño o estado. A esa altitud, representan un riesgo similar al de los explosivos.
Líquidos y sólidos inflamables: Continuando con la temática de artículos con gran potencial de inflamación durante los vuelos, sustancias como gasolina, disolventes, pinturas, alcoholes de alta graduación o pegamentos fuertes están prohibidas en el equipaje facturado. También los sólidos inflamables, como fósforos, bengalas, magnesio o carbón, que pueden encenderse por fricción o cambios de temperatura.
Sustancias químicas tóxicas, infecciosas o radiactivas: Aunque no afecten directamente a la aeronave, sí representan un peligro para la salud de los pasajeros. Por eso está prohibido transportar sustancias tóxicas, corrosivas, infecciosas o radiactivas, como mercurio, lejías, ácidos o materiales biológicos que puedan ser contagiosos.
Corrosivos (ej. mercurio o baterías de coche): En el caso de objetos más comunes, también hay que ser cuidadosos. Las baterías de litio sueltas (como las de móviles, cámaras o portátiles) suponen un riesgo de incendio si se transportan en bodega, por lo que deben ir siempre en el equipaje de mano. Lo mismo ocurre con los cigarrillos electrónicos, que nunca deben ir en la maleta facturada.
Piezas de motor con restos de combustible: Los motores, repuestos y piezas de maquinaria que contengan restos de combustible, aceite o líquidos inflamables no están autorizados en el equipaje facturado, incluso si han sido vaciados recientemente, ya que pueden conservar vapores residuales peligrosos.
Consejo: No hace falta memorizar toda la lista de objetos prohibidos. Si tienes dudas sobre algún artículo, revisa siempre la normativa de tu aerolínea y del país de destino antes de incluirlo en tu maleta. En caso de inseguridad, consulta directamente con la compañía aérea: así evitarás que retiren el objeto en el control o que tu equipaje quede retenido.

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Objetos prohibidos en el equipaje de mano
El equipaje de mano está sujeto a controles de seguridad mucho más estrictos que el facturado, ya que viaja directamente en la cabina junto con los pasajeros y puede representar un riesgo inmediato para la seguridad. Por ello, antes de preparar tu mochila o maleta pequeña, es fundamental conocer qué artículos están prohibidos y cuáles solo pueden transportarse bajo condiciones específicas.
Muchos viajeros se preguntan: ¿qué está prohibido llevar en la cabina del avión? Estos son algunos ejemplos:
Armas de fuego, imitaciones y pistolas eléctricas: Está totalmente prohibido subir a la cabina con armas de fuego, réplicas, pistolas de aire comprimido, pistolas eléctricas (táser) o cualquier objeto que pueda considerarse un arma. Incluso las réplicas aparentemente inofensivas, como juguetes, pueden ser retenidas en el control de seguridad.
Objetos cortantes o punzantes: Cualquier artículo que pueda utilizarse como arma blanca está prohibido. Esto incluye cuchillos, navajas, tijeras con hojas largas (generalmente superiores a 6 cm), cúteres, agujas de coser grandes, herramientas afiladas o pinzas de manicura metálicas. En algunos casos se permiten versiones pequeñas o de plástico, pero siempre dependerá del criterio del personal de seguridad del aeropuerto.
Objetos contundentes: Tampoco se permiten en cabina bates de béisbol, martillos, herramientas pesadas, palos de golf o bastones de artes marciales. Estos artículos, cuando es posible transportarlos, deben ir facturados.
Sustancias químicas, explosivas o incendiarias: Del mismo modo que en el equipaje facturado, estas sustancias están completamente prohibidas en la cabina.
Líquidos y geles: Aunque no están prohibidos del todo, sí cuentan con restricciones específicas. Los líquidos, geles, cremas, pastas o aerosoles solo pueden transportarse en envases de hasta 100 ml, dentro de una bolsa transparente de un litro de capacidad, que debe mostrarse por separado en el control de seguridad.
Consejo: Al igual que con el equipaje facturado, te recomendamos revisar siempre la normativa de tu aerolínea y del aeropuerto de salida antes de volar, ya que las reglas pueden variar según el país. Ante cualquier duda, evita llevar objetos que puedan considerarse peligrosos o que puedan causar daño, ya que estarán prohibidos en el equipaje de mano. Esto no solo te ahorrará retrasos en el control de seguridad, sino que también te permitirá viajar con mayor tranquilidad.
Líquidos en el avión: ¿por qué no se puede llevar líquido en el avión?
Para muchos viajeros, una de las preguntas más frecuentes en los controles de seguridad es: ¿por qué no se pueden llevar líquidos en el avión? La respuesta está en las medidas internacionales de seguridad: desde 2006 se descubrió que ciertos líquidos podían usarse para fabricar explosivos a bordo. Por ello, se aplican normativas específicas con el fin de aumentar la seguridad de todos los pasajeros.
Reglas básicas para llevar líquidos en cabina
Cuando viajes en avión, ten en cuenta que:
Los envases no pueden superar los 100 ml cada uno (aunque estén casi vacíos, si el envase es mayor, no pasará el control).
Todos los recipientes deben guardarse en una bolsa de plástico transparente con cierre hermético, de un máximo de 1 litro de capacidad.
La bolsa debe presentarse aparte en el control de seguridad, para facilitar la inspección. En muchos aeropuertos esta norma empieza a cambiar gracias a la nueva tecnología de escáneres 3D, que agiliza el proceso de inspección.
Ejemplos de productos que cuentan como líquidos: perfumes, cremas, geles, pasta de dientes, desodorantes, champú, aceites, jarabes, entre otros.
Excepciones permitidas
Aunque la norma es estricta, existen situaciones en las que sí puedes llevar líquidos en envases mayores de 100 ml:
Alimentos infantiles: leche de fórmula, potitos o agua para bebés, siempre que el niño viaje contigo.
Medicamentos líquidos: jarabes, soluciones médicas o insulina, acompañados de receta o justificante médico.
Productos comprados en tiendas duty free: como perfumes o botellas de alcohol, siempre que estén en bolsas de seguridad selladas y con el ticket de compra visible.
Consejo: Si necesitas transportar líquidos en mayores cantidades, lo más recomendable es guardarlos en el equipaje facturado. Así evitarás problemas en el control y podrás viajar con más comodidad.
Polvos y otras restricciones recientes
En los últimos años se han añadido nuevas limitaciones para ciertos productos en polvo, especialmente en vuelos hacia destinos como Estados Unidos, Costa Rica o República Dominicana.
Límite máximo: no se pueden llevar más de 350 g/ml de sustancias en polvo en el equipaje de mano (equivalente al tamaño de una lata de refresco).
Ejemplos comunes: harina, café molido, especias, leche en polvo o cosméticos en formato polvo.
Excepciones permitidas: medicamentos en polvo, alimentos infantiles y restos humanos incinerados, siempre que estén debidamente documentados.
Consejo: Al igual que con los líquidos, si llevas una cantidad considerable de polvos (como café, harina u otros productos para regalar), lo más recomendable es facturarlos en la maleta para evitar inconvenientes en el control de seguridad.
Dispositivos electrónicos y baterías de litio
Los aparatos electrónicos son parte de nuestro día a día, pero las baterías de litio que utilizan pueden ser peligrosas si no se transportan correctamente. Las baterías de litio y dispositivos electrónicos son un tema delicado en la seguridad aérea. Por eso, existen normas muy claras:
Permitidos en cabina y facturado: móviles, tablets, ordenadores portátiles y cámaras, siempre que la batería no supere los 100 Wh.
Baterías externas (power banks): solo en cabina, nunca en el equipaje facturado. Además, deben ir protegidas contra cortocircuitos (por ejemplo, guardadas en su funda o con los bornes cubiertos).
Cigarrillos electrónicos y vapers: se pueden llevar únicamente en cabina, pero está prohibido usarlos o cargarlos durante el vuelo.
Maletas inteligentes con batería extraíble: se permiten solo si puedes sacar la batería y llevarla contigo en cabina.
Totalmente prohibidos en el avión: patinetes eléctricos, hoverboards y bicicletas eléctricas, ya que sus baterías superan con creces los límites de seguridad.
Consejo: Si viajas con varios dispositivos, asegúrate de llevarlos con batería cargada, ya que en algunos controles de seguridad pueden pedirte que los enciendas para comprobar que funcionan correctamente.
Problemas con el equipaje: qué hacer y cómo reclamar tu compensación
Viajar en avión debería ser una experiencia tranquila, pero en ocasiones nos encontramos con situaciones incómodas como que la maleta llegue tarde, aparezca rota o, peor aún, nunca aparezca. Lo importante es saber que no estás desprotegido: el Convenio de Montreal garantiza los derechos de los pasajeros en estos casos, estableciendo indemnizaciones que las aerolíneas están obligadas a pagar.
Equipaje retrasado: tus derechos
Si tu maleta no llega a tiempo, puedes reclamar una indemnización por retraso de equipaje de hasta 1.500 € por pasajero. Durante esos días sin tus pertenencias, la aerolínea debe reembolsar los gastos básicos que realices en ropa o artículos de primera necesidad.
El reembolso suele ser de unos 70 € por día de retraso, hasta un máximo de 21 días.
Si el retraso ocurre en tu vuelo de regreso a casa, no podrás reclamar compras de sustitución.
Si pasan 21 días sin recuperar tu equipaje, la maleta se considerará oficialmente perdida.
Equipaje perdido: qué hacer
Cuando tu equipaje no aparece después de 21 días, tienes derecho a una compensación de hasta 1.500 € por el valor de la maleta y su contenido. Para artículos de alto valor, puedes haber hecho previamente una declaración especial de valor al facturar, lo que te permitirá obtener una indemnización mayor.
Lo recomendable es:
Hacer una lista de lo que llevabas en la maleta.
Guardar facturas o comprobantes de los objetos más importantes.
Presentar tu reclamación lo antes posible.
Equipaje dañado: pasos a seguir
Si tu maleta llega rota o con desperfectos, también puedes reclamar. La aerolínea está obligada a reparar, sustituir o indemnizar por los daños, con un límite de hasta 1.500 €.
Informa de inmediato en el aeropuerto y pide rellenar un Parte de Irregularidad de Equipaje (PIR).
Si no puedes hacerlo en el momento, tienes 7 días para presentar la reclamación por escrito.
Adjunta fotos de los daños y justificantes de compra para facilitar el proceso.
Ten en cuenta que si los daños se deben a un embalaje inadecuado o a artículos frágiles sin protección, la aerolínea puede rechazar la compensación.
Pasos para reclamar tu indemnización
Guarda tu tarjeta de embarque y el resguardo del equipaje facturado.
Reporta la incidencia inmediatamente en el mostrador de la aerolínea del aeropuerto.
Rellena el PIR (Parte de Irregularidad de Equipaje). Este documento es esencial.
Haz seguimiento de tu maleta mediante la web o la app de la aerolínea.
Conserva todos los recibos de compras de primera necesidad.
Presenta tu reclamación formal dentro de los plazos: 7 días para daños, 21 para retrasos y hasta 2 años para reclamar judicialmente.
Los problemas de equipaje son más comunes de lo que parece, pero no tienen por qué arruinar tu viaje. Conocer tus derechos en detalle a través de nuestra guía sobre problemas de equipaje y actuar con rapidez es clave para recibir una indemnización justa. Ya sea que tu maleta se retrase, se pierda o llegue dañada, recuerda: el Convenio de Montreal te respalda y puedes reclamar hasta 1.500 € por pasajero.